No, yo no nací por ningún motivo, no
fui traído a la Tierra para cumplir ningún objetivo.
No tengo ningún destino y con casi
total seguridad no tengo que librar ninguna batalla conmigo mismo.
Puede ser que sea el único ser vivo
sin utilidad, el único humano que piense que no tiene ninguna meta,
ninguna existencia lógica y racional.
Solo soy uno más, no he de recorrer
ningún sendero hasta mi final, y probablemente no tenga ningún
camino delimitado por alguna especie de divinidad.
No estoy aquí para hacer historia, ni
para dejar huella en el futuro. No vivo para que me conozcan y
algunos de los que me conocen, estoy seguro, casi desearían no
haberme conocido.
Yo no soy especial, no tengo nada que
no tengan los demás, y ante esta sociedad de hipocresía, ante la
actitud generalizada de “o eres algo, o no vales nada”,
en realidad...nada que decir.
Y si
al final acaba siendo cierto aquello del camino, de que existe algún
motivo y eso del destino, estoy seguro de que el mío es no ser
nadie, para acabar sin valer nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario